Mass Effect 2

Con poco más de un mes hasta que se ponga a la venta, en 3DJuegos por fin hemos tenido acceso a una versión prácticamente final de Mass Effect 2, la secuela de la popular IP creada por BioWare que quiere expandir las fronteras galácticas tanto de los usuarios que se quedaron con ganas de más, como de aquellos que todavía no hayan conocido al valiente comandante Shepard.
Con una hora de puro "gameplay" a mandos de una Xbox 360 (también saldrá en PC), hemos podido probar los últimos detalles e importantes novedades de esta secuela que nos coloca justo en el año 2185, dos años después del primer Mass Effect.

Las colonias humanas están desapareciendo por razones que desconocemos y, de hecho, nuestra nave es atacada en los primeros compases de la aventura, precipitando la acción desde el mismo comienzo de la partida y obligando a nuestro amigo Shepard a escapar de una muerte segura. Será entonces cuando entendamos que debemos formar equipo con la organización Cerberus, un grupo dispuesto a salvar a la humanidad a cualquier precio, sin ética o reglas que valgan. Y claro, nosotros les ayudaremos averiguando lo que está pasando en esta entrega que nos presenta a un nuevo enemigo, los Collectors, una raza tecnológicamente avanzada que (como si de Matrix se tratara) parece estar cosechando seres humanos con un despiadado fin.


[color:c754=#444]Mass Effect 2 comienza de una manera más abrupta que su antecesor y nos hace coger el mando desde el primer momento en una aventura donde conoceremos una gran trama repleta de nuevos y trabajados personajes.


Bienvenido de nuevo, comandante
El protagonista principal de este Action RPG con decenas de horas de juego va a ser otra vez el comandante Shepard. No obstante, y como en el anterior título, lo primero que haremos será personalizarlo, cambiándole el nombre, los apellidos y apariencia (detalles del rostro y cuerpo), aparte de escoger entre las seis clases ya presentes en el primer Mass Effect: soldado, ingeniero, adepto, infiltrado, centinela y vanguardia.

Igualmente, volvemos a tener la oportunidad de escoger entre varias opciones para configurar el particular pasado de nuestro personaje (naturaleza terráquea, origen espacial, héroe de guerra, único superviviente, etc.).

Sin embargo, todos aquellos que ya hayan jugado al anterior Mass Effect podrán cargar sus partidas guardadas. Con esto, BioWare nos permite importar a nuestros personajes a la vez que se rescatan determinadas decisiones que tomamos en el pasado y que tendrán repercusión en esta nueva aventura. Sin duda, un gran añadido por el que no deberían de sentirse desplazados los nuevos usuarios que se acerquen por primera vez a la serie, ya que se añaden tanto un sencillo tutorial (durante los primeros minutos de juego) como una narrativa diseñada para que nadie se sienta perdido.


[color:c754=#444]El sistema de cobertura se ha mejorado con respecto a la anterior entrega, incorporando más animaciones pero manteniendo su principal función: evitar que nos aplasten enemigos como el de la imagen.


Nuevo armamento para Shepard
En Mass Effect 2 vuelven viejos conocidos (Joker, Ashley Williams, Tali'Zorah...) pero sobre todo se nos presenta a nuevos protagonistas, incluidas algunas razas inéditas y desconocidas localizaciones, conformando un mundo más vasto y ambicioso que el del anterior videojuego.

No obstante, lo primero que nos llamó la atención fueron las novedades incorporadas en el sistema de combate, orientadas a ofrecer una renovada sensación de juego. Tal vez por ello ahora la salud de Shepard sea autorrecuperable como en la mayor parte de shooters actuales, resultando igualmente notorio que el sistema de sobrecalientamiento de nuestra arma se haya sustituido por el consumo de munición. Pero eso sí, una munición universal con cargadores que podremos recoger de enemigos caídos para recargar cualquier arma que tengamos.

Y para ser más concretos, en esta secuela multiplicaremos nuestro armamento, con 20 armas diferentes entre las que se incluyen pistolas, escopetas, lanzacohetes, armas gravitatorias, lanzagranadas, rifles de asalto, de francotirador... En resumen, un arsenal que ahora hará más daño por la puntería que tengamos que por nuestras estadísticas de combate. Así, nuestra mirilla cobra un importante papel, ya que un disparo sobre la cabeza aniquilará al enemigo; mientras que un acierto sobre una pierna sólo conseguirá que pierda capacidad de movimiento.