FIN DE SEMANA

Fin de semana sangriento en Río por la «guerra» de bandas del narcotráfico
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Fin de semana sangriento en Río por la «guerra» de bandas del narcotráfico
Operación policial, ayer, en busca de narcotraficantes, drogas y armas en la favela de Morro do Adeus, en la periferia norte de Río de Janeiro | AP
VERÓNICA GOYZUETA | SAO PAULO
Con la muerte ayer del cabo Iso Gomes Patricio ya son 17 las víctimas mortales de un fin de semana de terror en Río de Janeiro. Gomes era uno de los seis policías militares del helicóptero derribado por ráfagas de ametralladora pesada el pasado sábado, en una de las acciones más espectaculares del narcotráfico en Brasil.
El cabo Gomes estaba internado en estado crítico con quemaduras de tercer grado en 80% de la superficie de su cuerpo. Otros dos tripulantes del aparato murieron en el ataque, y uno más se halla también en estado crítico. Fueron los protagonistas de la escena más dramática protagonizada en Río de Janeiro por la delincuencia organizada en los últimos años.
El helicóptero en que vigilaban a los narcotraficantes fue atacado con fuego de ametralladora de 50 milímetros, se incendió en el aire y el piloto se vio forzado a tomar tierra en un campo de fútbol de la favela Morro dos Macacos, donde explotó a la vista de todos sin que sus tripulantes tuviesen tiempo de salir.
La imagen de los agentes de Policía tratando de socorrer a sus compañeros entre los restos en llamas del helicóptero ha impactado a toda la nación.
Todo comenzó, en la madrugada del pasado sábado, a causa de la guerra entre dos bandas rivales de narcotraficantes por el control del «mercado» en esa populosa favela de Río, en pleno barrio de Vila Isabel, en la zona norte de la ciudad. En ese poblado tercermundista malviven unas 80.000 personas. Han sido cuarenta y ocho horas de violencia y de redadas que han dejado un saldo de 17 muertos y decenas de heridos. Amén de autobuses incendiados, vehículos policiales destrozados, y media barriada por desescombrar.
Según informaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Río, la orden de desencadenar esta «guerra» partió de la prisión de máxima seguridad de Catanduvas, en el estado de Paraná, a 1.500 kilómetros de la que será sede olímpica en 2016. Las investigaciones apuntan a que la orden fue ejecutada por el narcotraficante Fabiano Atanazio da Silva, quien dirigió la sangrienta operación en el Morro dos Macacos. Actualmente está en fuga. Da Silva pasa por ser uno de los jefes del narcotráfico en la zona conocida como Complexo do Alemão, un conjunto de doce favelas que constituye el área más violenta de Río.
Inversiones en seguridad
Seis de las favelas de la barriada amanecieron ayer tomadas por la Policía y el Ejército. Fueron aprehendidas numerosas armas automáticas, incluso semipesadas y pesadas, decomisados kilos y kilos de droga, así como uniformes militares y policiales. El gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, anunció ayer la compra de un nuevo helicóptero, esta vez blindado, y nuevas inversiones en materia de seguridad por valor de 40 millones de euros.
El jefe de la policía local, Alan Turnowski, solicitó más medios para sus hombres y pidió un endurecimiento de las penas por narcotráfico, que recientemente se han visto reducidas.