DETENIDO EN LA TRAMA

Detenido en la trama de los expedientes un ingeniero implicado en otros casos

Según han informado a Efe fuentes judiciales, dentro de esa operación, ordenada por el juzgado de instrucción número 33 de Barcelona, fue detenido ayer al funcionario municipal Eliodoro L.,

que hasta el año pasado fue jefe de los servicios técnicos de Ciutat Vella, donde se investigan las supuestas irregularidades.

Ambos detenidos están declarando hoy ante el juzgado de instrucción número 33 de Barcelona, que ya el pasado mes de abril ordenó la detención e ingreso en prisión de Joaquín Q., eludible con fianza de 15.000 euros, por su presunta vinculación con la red de corrupción municipal y policial destapada raíz de una investigación en los macroprostíbulos Saratoga y Riviera de Castelldefels (Barcelona).

En esa ocasión, Joaquín Q. fue acusado por la juez de haberse compinchado con otro funcionario municipal, también imputado en su día, por forzar supuestamente a dueños de establecimientos de ocio y hoteles para que encargaran al ingeniero industrial los proyectos de habilitación en sus locales.

La juez instructora investiga ahora si el ingeniero y el funcionario municipal detenidos habrían procedido de una forma similar en la tramitación de expedientes relacionados con apartamentos turísticos en el distrito barcelonés de Ciutat Vella.

De hecho, Joaquín Q. ha firmado proyectos de reforma en establecimientos públicos de casi todos los distritos de Barcelona, incluido el de Ciutat Vella, donde fue responsable de servicios técnicos el funcionario detenido ayer.

Joaquín Q. está, además, a la espera de ser juzgado por la Audiencia de Barcelona por su presunta implicación en otra trama de corrupción municipal en la que están imputadas ocho personas, entre ellos un inspector de licencias del distrito barcelonés del Eixample y otro ex funcionario municipal.

El inspector procesado, que tenía un despacho privado en el que ejercía como ingeniero, colaboraba supuestamente con Joaquín Q. para facilitar permisos de actividad a restaurantes, hostales, centros de masajes y otros comercios de Barcelona, a cambio de dinero. EFE